El pasado miércoles 28 de agosto, dimos continuidad al segundo taller del proyecto Relatos Femeninos, realizado en el marco del programa de fomento LEO, Lectura, escritura y oralidad de Medellín, distrito de ciencia tecnología e innovación, con una propuesta denominada: El paraguas de los susurros.
Un espacio en el que se invitó a que las pacientes oncológicas de Fundayama, se dispusieran en círculo bajo un paraguas de colores, símbolo del tejido, que habla de la diversidad de seres, pensamientos, oficios, actitudes y experiencias. Donde al oído de una de las compañeras seleccionadas, pudieron susurrar a modo de un murmullo pausado y cálido, frases y palabras cargadas de afecto, empatía y solidaridad.
Este fue un momento de intimidad y de verdad, un encuentro entre dos, donde cada una susurró y fue susurrada. Un encuentro de palabras que estuvo rodeado por una danza colectiva de poder, donde al ritmo de un tambor chasqui, las mujeres concentraron su energía en el dar y el recibir.
Estos susurros fueron recibidos por ellas como palabras abrigadas con gratitud, sonrisas y cariño que permitieron comprender el afecto, apoyo y compañía que todas expresan entre sí, dentro de esta fundación que es para ellas, como un segundo hogar donde se sienten acogidas y bien llegadas.
El encuentro fortaleció lazos y tejió las relaciones, permitiendo leer ese momento entorno a la familiaridad y complicidad que las une.
Del cuerpo, el gesto y la palabra, saltamos a la escritura individual sobre unas cometas de colores, que se fueron llenando de mensajes y frases de reafirmación y positivismo hacía ellas mismas y hacía otras personas. El reconocimiento hacía esos seres que hicieron parte del proceso de diagnóstico y sanación se hicieron presentes. De igual manera el agradecimiento, estuvo explícito en donde se manifestó abierta y libremente, emociones y sentimientos hacía una o varias personas presentes o ausentes.
Agradecieron para atraer sabiduría, entendimiento y valor a todo lo vivido y atravesado, y a lo que se presenta luego de las situaciones de adversidad experimentadas.
Las cometas se instalaron en el paraguas de los susurros, para dar luego espacio a una escritura colectiva que reunió y tejió algunas de las frases que en un principio se develaron en las cometas y que ahora serian un escrito en conjunto.
Relatos Femeninos del colectivo artístico Mimonerías Clown, dentro delproyecto LEO ha permitido reafirmar la importancia de leer, escribir y narrar historias, para fortalecer la creatividad, resignificar simbólica y poéticamente diferentes situaciones y expresar al mundo un sentir y un pensar.
Durante el taller tuvimos evidencias de esos textos de gratitud y susurros manifestados colectivamente.
“Gracias vida, gracias universo, gracias Dios por las personas que has puesto en mi camino, ellas han sido un aliciente para saber que hay que buscarle siempre el lado bueno a todo lo que nos suceda. Nuestra felicidad cuando es compartida, se hace más duradera. Nuestro caminar acompañadas es mucho mejor, más liviano, más pausado y más sincero.” Marleny Álvarez, Angela Montoya, Luz Berena Gómez.
Después de leer y escuchar a cada una, hablar también fue uno de los propósitos de este encuentro. Luego del ejercicio de escritura, se pudieron compartir anécdotas y vivencias, encontrando puntos de encuentro entre ellas, esas mujeres guerreras que han vislumbrado nuevos amaneceres y momentos de introspección para seguir dando lo mejor de sí.
Una de las reflexiones mas fuertes que quedaron del espacio de socialización y retroalimentación fue; parafraseando un poco a una de las participantes Esta enfermedad me dio tiempo para vivir intensamente y compartir más con mi hijo, me saco de solo trabajar de siete a siete para otros, ahora pienso en mí, tengo mi propio emprendimiento de mascotas, y tengo disponibilidad de tiempo para estar en estos talleres.
Este tipo de reflexiones permitió comprender el diagnóstico y enfermedad no solo como algo que truncaba una vida y su cotidianidad, sino como una posibilidad de transformación y cambio en unos hábitos y conductas reiterativos que pudieron llegar a mejor termino.
Para cerrar el encuentro, se selló con un compartir de alimentos, una mirada habitada y un abrazo colectivo para la restauración física y emocional.
Nuestro próximo encuentro será el miércoles 11 de septiembre, para seguir tejiendo lazos, escribiendo y narrando historias.
Adriana María Vásquez Santa